Si la entrada a El Estanque no deja indiferente, cuando se suben las escaleras hacia los comedores, pensar que nos trasladamos a otra época es general. Uno se adentra en un museo en el que con un poco de imaginación intuimos como se vivía a finales del siglo XIX y principios del XX. Se ha dividido en tres salas independientes: Cubos, Cebra, y Flores. Elige el tuyo.